Santiago Lecot

Biografía

Conoce más sobre mí

Nací en Buenos Aires, en febrero de 1960, en el seno de una familia apasionada por los libros. Mis padres y mis tres hermanos fuimos y somos ávidos lectores.

Leí. Mis recuerdos se remontan a los cuentos que mi madre me leía todas las noches antes de arroparme para dormir. Nace allí mi pasión por leer los clásicos relatos infantiles, pasando luego por El Principito, la colección de los Hardy Boys, la serie completa de Tintín, hasta las novelas de misterio de Agatha Christie y Alfred Hitchcock; toda la literatura que tenía a mi alcance fue dejando en mi alma huellas indelebles.

Mis libros. A los 13 años empecé a sumergirme en el mundo militar. De jugar en mi infancia con los soldaditos, panza al suelo, pasé a los juegos de guerra de estrategia de mesa. Empezaba a surgir una pasión que luego se convertiría en una profunda vocación.

El 2 de abril de 1977 un íntimo amigo, tan fanático como yo, me regaló oficialmente el primer libro de mi actual biblioteca: “The other side of the hill”, de B. H. Liddell Hart (1951), traducido al castellano como “Los generales alemanes hablan”.

Se despertó en mí una imperiosa necesidad de adquirir y leer cualquier libro disponible y armé una muy completa biblioteca temática, con un fuerte sesgo militar, en especial en lo relativo a la Segunda Guerra Mundial. También fue decisiva la influencia de mi padre, quien debido a su sangre vascofrancesa, me impulsó a adentrarme en el mundo de las guerras napoleónicas.

Les debo a los libros un profundo interés por el estudio de la historia, especialmente la militar. Habiéndose frustrado mi ingreso al Colegio Militar (miope desde muy joven), transformé mi vocación en hobby. Eso me llevó a empezar a tomar notas de datos históricos y a escribir artículos y reseñas de personajes que me llamaban la atención. Fueron los libros los que canalizaron mi vocación frustrada. Incluso empecé a escribir borradores de los sucesos de la IIGM, que luego contrastaba con los “Juegos de Guerra Estratégicos” que habíamos adquirido con mi amigo. Pasaba al papel lo que iba descubriendo. Así fue creciendo y tomando forma esta nueva vocación que es ser escritor.

Familia y trabajo. Mis deberes de padre de la gran familia que formamos con mi mujer, Denise (con quién llevo casado cuatro décadas y vamos por más), fueron postergando mi vocación. Criar, educar, vestir y alimentar a cinco hijos, junto con una carrera profesional muy próspera y completa (25 años ocupando cargos gerenciales en empresas nacionales y multinacionales), absorbió mucho de mi tiempo. A los 40 decidí independizarme y crear una empresa inmobiliaria, que fue el foco de atención en estos tan vibrantes y desafiantes años.

Escritor por vocación y por elección. Con seis nietos hasta la fecha y todos mis hijos ya volando con alas propias, he vuelto a mis raíces. Durante la pandemia del Covid tomé la decisión de dedicarme al arte de escribir. Con el total apoyo de mi mujer y mis hijos, resolví hacer el tercer giro laboral de mi vida. Fue así como a los 62 años inicié la carrera de escritor profesional. El desafío ya está sobre la mesa. Tres libros editados, dos más en la última etapa de revisión, y una cantidad enorme de proyectos literarios, hacen que el 95% de mi tiempo esté dedicado a esta fascinante tarea de escribir, a la que me entrego con profunda pasión.